¿Por qué las mandarinas son en Rusia símbolo del Año Nuevo?

¿Por qué las mandarinas son en Rusia símbolo del Año Nuevo?
Svetlana Repnitskaya/Getty Images
Ensalada Olivier, un árbol de Navidad, el tintineo de las copas y una cesta de mandarinas: no podemos imaginarnos la Nochevieja sin ellas.

Pero, ¿ha sido siempre así?

Las mandarinas aparecieron por primera vez en el Imperio ruso en la segunda mitad del siglo XIX. Llegaban de Europa y sólo los ricos podían permitirse esta fruta exótica. Además, las entregas solían hacerse a finales de enero, cuando las vacaciones ya habían quedado atrás.

Más tarde aparecieron mandarinos en la cercana Georgia, pero la “manzana de oro del sol” seguía siendo una fruta rara y cara.

Todo cambió en los años 60, cuando llegó a la URSS el primer barco de carga seca con mandarinas procedentes de Marruecos. Justo, por cierto, a tiempo para el Año Nuevo.

No había otras frutas frescas en la mesa de Año Nuevo, así que las mandarinas naranjas, con su agradable olor a cítricos y su precio asequible, arraigaron inmediatamente.

Desde entonces, varias generaciones han comprado mandarinas para Nochevieja, aunque hoy en día se puede conseguir cualquier fruta exótica.

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