Cuando el iconógrafo más famoso de la antigua Rusia decoró un remoto monasterio del norte (Fotos)
El artista Dionisi es considerado el sucesor de la tradición iconográfica del legendario Andréi Rublev, autor del famoso icono de la Trinidad.
Se sabe que Dionisi pintó la catedral del monasterio de Pafnútevo-Borovski, en la región de Kaluga. Y al gran duque Iván III le gustaron tanto sus frescos que le encargó varios iconos para la recién construida catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú.
Por desgracia, no se conservan ni las pinturas del monasterio ni el iconostasio de la catedral del Kremlin.
Sin embargo, la Galería Tretiakov conserva el icono Hodegetria de la Madre de Dios, que Dionisi pintó en 1482 para la catedral de la Ascensión del Kremlin de Moscú.
Dionisi fue uno de los artistas más venerados en la Rusia de finales del siglo XV y principios del XVI. Por cierto, fue contemporáneo de Leonardo da Vinci.
Los principales museos del país conservan varios iconos más del artista.
Pero el legado más extenso de Dionisi se encuentra en un remoto monasterio del norte, cerca de Vólogda.
¿Por qué pintaba el famoso artista en un remoto monasterio del norte?
Hubo tiempos en que el monasterio de Ferapóntov era el centro espiritual y de iluminación del norte de Rusia. Este claustro y el vecino monasterio de Kirilo-Belozerski se encontraban en las rutas comerciales hacia Arcángel.
Las gentes más nobles y adineradas de la antigua Rusia visitaban a menudo estas tierras. Y grandes príncipes y zares, incluido Iván el Terrible, acudían allí a rezar.
En 1490 se construyó la catedral de la Natividad del monasterio de Ferapóntov. Y, en 1502, Dionisi, junto con sus hijos Vladímir y Teodosio, pintó el interior. Y sólo tardaron 34 días.
¿Qué tienen de especial los frescos de Dionisi?
Milagrosamente, 600 metros cuadrados de frescos han sobrevivido hasta nuestros días. En 2000, el conjunto del Monasterio de Ferapóntov con los frescos de Dionisi fue incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Es difícil encontrar en Rusia otro ejemplo semejante de excelente conservación de los murales del siglo XVI.
En el interior de la cúpula de la catedral, Dionisi representó al Cristo Pantocrátor.
La parte central del altar está dedicada a la glorificación de la Madre de Dios. En las paredes hay escenas del Juicio Final, escenas de la vida de la Virgen María, así como imágenes de evangelistas y santos rusos.
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