Cómo cocinar el exótico borsch de Extremo Oriente con algas
Cuando pensamos en el borsch tradicional, nuestra mente suele evocar imágenes de sustanciosas sopas a base de remolacha que se sirven con nata agria y una guarnición de pan negro de centeno. Sin embargo, el vasto paisaje ruso y la diversidad de sus regiones han dado lugar a numerosas variaciones de este apreciado plato. Una de ellas, el borsch de algas del Lejano Oriente, que tiene una historia fascinante.
Los orígenes del borsch de algas del Lejano Oriente se remontan a mediados del siglo XIX, cuando inmigrantes de la parte europea de Rusia empezaron a establecerse en el Lejano Oriente. Esta oleada migratoria comenzó con el personal militar y los cosacos. Sin embargo, el catalizador más importante fue la abolición de la servidumbre en 1861, que abrió las regiones de Amur y Primorie al asentamiento de "campesinos sin tierras y personas emprendedoras de todas las clases que quisieran trasladarse por sus propios medios".
Esta oleada de colonos que se trasladó a la región dio lugar posteriormente al establecimiento de múltiples aldeas y asentamientos cosacos en la región. Trajeron sus tradiciones culinarias, que acabarían mezclándose con los sabores locales del Lejano Oriente.
El borsch de algas del Extremo Oriente se distingue por el hecho de que los ingredientes locales son la pieza central, sobre todo las algas. Esta planta submarina rica en nutrientes prospera en las aguas costeras del Extremo Oriente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo escasez de alimentos, la población local tuvo que buscar fuentes alternativas de comida, y mucha gente se dio cuenta de que las algas podían ser un buen sustituto de los alimentos que crecen en tierra. El borsch de algas resultante, que es una fusión de la cultura local y los recursos disponibles, se hizo característico de la región.
A pesar de sus ingredientes poco convencionales, el borsch de algas del Lejano Oriente sorprende a muchos por sus sabores sutiles y armoniosos. La sola idea del sabor de las algas no es fácil de superar en la mente de algunas personas. De hecho, apenas se distingue en medio de la riqueza de otros ingredientes. Por lo tanto, incluso los que no se consideran entusiastas de las algas pueden relajarse y disfrutar de este plato.
Ingredientes para una cazuela de 3 litros
- 200 gramos de algas
- 1 remolacha
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- 3 patatas
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 200 ml de zumo de tomate (o 2 tomates)
- 1 bote de judías enlatadas en salsa de tomate
- 300 gramos de carne de vacuno con hueso
- 1 cucharadita de vinagre
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal al gusto
- 3 litros de agua
- 3 hojas de laurel
Preparación:
En primer lugar, vamos a preparar el caldo de carne. Lava bien la carne y córtala en trozos pequeños.
Colocar la carne en una olla grande y añadir 3 litros de agua. Añade unas hojas de laurel y una pizca de sal. Cocer la carne a fuego lento durante aproximadamente una hora, dejando que los sabores se mezclen y la carne se ablande. Desespumar las impurezas que suban a la superficie.
Mientras la carne se cuece a fuego lento, prepararemos las verduras. Pelar y picar la cebolla en dados pequeños. Cortar la zanahoria en tiras finas. Cortar la remolacha en dados pequeños. Pelar y cortar las patatas en dados pequeños.
Ahora prepararemos la base de tomate. En una sartén aparte, calentar una pequeña cantidad de aceite a fuego medio. Añadir las cebollas picadas y rehogar hasta que se vuelvan translúcidas.
Añadir las zanahorias y seguir rehogando hasta que se ablanden.
Por último, añadir la remolacha cortada en dados. Vierte el zumo de tomate (o licúa los tomates frescos y añade la mezcla resultante) y la pasta de tomate.
Dejar cocer a fuego lento hasta que la mezcla espese y las verduras estén completamente cocidas. Sazona con sal al gusto y, a continuación, añade el vinagre y el azúcar para conseguir un sabor equilibrado. Remover bien.
Ahora combinaremos los ingredientes. Una vez que la carne en el caldo esté tierna, añadir la mezcla preparada de tomate y verduras al caldo de carne. Remover bien para combinar todos los sabores.
Añade al borsch las algas y las judías enlatadas en salsa de tomate.
Cocer a fuego lento otros 5 minutos para que las algas absorban los sabores y se ablanden.
¡Es hora de servir! Pon el borsch en cuencos. Adorna con una cucharada de crema agria, si lo deseas.
¡Disfruta de tu borsch casero!
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