La vida en las islas de Vladivostok: Dónde nadar, tomar el sol y hacer surf
Todo lo que necesitas saber sobre unas vacaciones en las islas más meridionales de Rusia, bañadas por las aguas más cálidas del Lejano Oriente.
Bañada por el mar desde tres lados, Vladivostok puede dividirse en la zona continental y un archipiélago de unas dos docenas de islas, siendo las más grandes Ruski, Popov, Reinek y Rikord. Otras zonas costeras rusas sienten envidia del Territorio de Primorie, del que Vladivostok es su mayor ciudad, principalmente por sus islas, ya que representan un tesoro muy escaso. El vecino Territorio de Jabárovsk también tiene una larga costa, pero sus islas de Shantar son un balneario sólo para focas y ballenas, ya que son demasiado frías y bastante difíciles de alcanzar.
La ‘Costa Azul’ del Extremo Oriente ruso
El sur de Primorie ofrece una serie de islas que se asemejan a un archipiélago tropical: son extensiones de cordilleras que descienden al mar, con sus valles inundados. Cada una de ellas es un mundo en miniatura, con sus chimeneas, sus colonias de aves y sus colonias de focas. Las islas de Vladivostok son perfectas para las vacaciones, ya que no están demasiado lejos del continente: todas se encuentran a menos de 100 millas de la costa. La isla Ruski, la más cercana, está tan cerca de Vladivostok que parece que se podría lanzar una piedra plana desde aquí y saltaría por el agua hasta el continente.
Una escapada a esta isla puede ser toda una aventura. Para aprovecharla al máximo, únete a un grupo de surfistas o buceadores: Así te ahorrarás el dinero del alquiler de la lancha y te sentirás más seguro. Un viaje óptimo a la isla duraría unos cinco días: Podrías tomar un poco de sol, bucear hasta sentirte mareado y ver un montón de vida marina que no encontrarás en las bahías poco profundas cerca de la ciudad.
Guía de viaje a las islas
Las islas más grandes de los alrededores de Vladivostok son Ruski, Popov, Reineke y Rikord. Ruski está ahora unida a tierra firme por un puente, que permite a los visitantes llegar a ella en sólo 20 minutos. Antes de la construcción del puente se tardaba hasta tres horas en llegar. En la actualidad, la isla se utiliza principalmente como sede de foros internacionales en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, aunque anteriormente sirvió de base militar.
La isla está casi cortada por la mitad por la tranquila bahía de Novik, y su orilla sur aún alberga los restos de almacenes, arsenales y otras instalaciones militares. Fíjate en la escuadra Voroshílovskaia, con sus dos torretas del acorazado Poltava y sus cañones de 305 mm. Cerca de allí verás todo un campamento de artillería en el que podrá pasar todo el día escalando. Por la noche, incluso puedes probar a disparar: hay un pequeño cañón junto al cañón principal para que los turistas disparen. Los fuertes de la isla cuentan con algunas casamatas subterráneas excavadas en las colinas con una extensa red de túneles y galerías.
Petrov, la isla más septentrional, está casi unida a tierra firme por un espigón: con la marea baja, el banco de arena hace que el agua te llegue hasta la cintura. La isla de Petrov destaca por su arboleda de tejos, que es bastante rara, ya que los tejos casi nunca forman arboledas. Según el guardián de la reserva local, hace unos siglos la isla fue el campamento base de una banda de piratas, que plantaron los tejos para que los árboles formaran una inscripción jeroglífica.
La isla Popov alberga instalaciones de investigación e incluso forma parte de la reserva marina de la rama del Lejano Oriente de la Academia Rusa de Ciencias. La playa de arena de la bahía de Pograníchnaia es una de las mejores de la zona.
A medio camino entre Vladivostok y la ciudad portuaria de Najodka se encuentra la isla Askold, en forma de U, que se hizo conocida tras el descubrimiento de oro en ella hace dos siglos. Otra isla, Putiatin, está un poco más cerca de tierra firme, con un lago lleno de lotos y pintorescas bahías en sus costas orientales. Hace dos siglos se construyó aquí una mansión con un gran jardín y un criadero de ciervos axis. Su propietario, el comerciante Startsev, buscaba carbón en la isla, pero lo único que encontró fue arcilla, por lo que se hizo un magnate de la producción de ladrillos e incluso de porcelana.
Se puede recorrer la isla de Reineke en unas cuatro horas. Cada una de sus bahías es diferente entre sí, con playas de arena grisácea y grava en un lado y rocas rojas desgastadas por el agua en el otro. El cabo está marcado por los restos de un barco de vapor que sirvió de objetivo de artillería para la Flota del Pacífico de la Armada rusa durante muchos años.
La isla de Rikord es la mayor de las islas de Vladivostok, situada a pocos kilómetros del centro de la ciudad. La costa occidental de Rikord sirve de “jardín” marino, con una de las mejores granjas de vieiras de la zona. Al este, la isla termina en una gran bahía, que atrae a los campistas por su fondo liso y su larga playa. La isla está deshabitada, pero en verano se abre un campamento deportivo Na Grebne Volni (En la cresta de la ola) para turistas.
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