GW2RU
GW2RU

Estos fueron los 5 aviones soviéticos de la historia que volaron a mayor altitud

Alex Beltyukov (CC BY-SA 3.0)
La aviación soviética no solo fue conocida por su resistencia en combate y sus ingeniosos diseños, sino también por romper récords de altura. A lo largo del siglo XX, varios modelos (tanto militares como experimentales) lograron superar marcas que en su momento parecían inalcanzables. Desde interceptores supersónicos hasta plataformas experimentales, estos fueron los cinco aviones soviéticos que llegaron más alto.

Además de Telegram, Puerta a Rusia difunde contenidos en su página de VKontakte. ¡Únete a nosotros!

1. Mikoyán-Gurévich MiG-25

airwar.ru

Diseñado en los años 60 como interceptor de gran altitud y velocidad, el MiG-25 sigue siendo una leyenda. Su estructura de acero inoxidable y titanio le permitía volar a más de Mach 2,8 y alcanzar altitudes superiores a 37.000 metros en vuelos récord. Aunque su techo operativo en misiones reales era de unos 24.000 metros, en pruebas no tripuladas y ascensos especiales llegó a rozar el límite de la estratosfera.

2. Mikoyán-Gurévich MiG-31

Dominio público

Evolución directa del MiG-25, el MiG-31 estaba optimizado para interceptar objetivos a larga distancia, incluidos misiles de crucero. Gracias a sus potentes motores D-30F6, alcanzaba alturas de 21.000 metros en operaciones, con picos experimentales que superaron los 30.000 metros. Su capacidad para mantener alta velocidad a gran altitud lo convirtió en un guardián del espacio aéreo soviético durante la Guerra Fría.

3. Sujói Su-9 (versión experimental T-431)

airwar.ru

En 1959, una versión modificada del Su-9, conocida como T-431, batió un récord absoluto de altitud al alcanzar 28.852 metros. Este logro fue oficialmente reconocido por la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) y demostró el potencial de los interceptores soviéticos de primera generación para operar en condiciones extremas, muy por encima de los vuelos comerciales.

4. Mikoyán-Gurévich Ye-266M (derivado del MiG-25)

Alan Wilson (CC BY-SA 2.0)

Este aparato fue una versión experimental especialmente preparada para romper marcas de la FAI en los años 70. Pilotado por Alexánder Fedótov, alcanzó 37.650 metros en 1977, estableciendo un récord que se mantuvo imbatido durante décadas. Fue un vuelo casi al límite de la atmósfera, en el que la línea del horizonte ya comenzaba a curvarse ante los ojos del piloto.

5. M-55 ‘Geofísika’

Este singular avión de reconocimiento y observación científica, desarrollado en los años 80 por Myasíshchev, fue diseñado para volar durante largos periodos en la estratosfera. Con un techo operativo de 21.500 metros, se utilizó para misiones de vigilancia ambiental, investigación atmosférica y observación estratégica. Su perfil de ala alta y fuselaje delgado le daban un aspecto inconfundible, casi como un planeador supersónico.