El increíble (pero poco práctico) ‘búnker ambulante’ soviético
Durante varias décadas, se estudió el desarrollo de la idea de una fortaleza de tiro móvil: un vehículo blindado especial apto para ser enviado a una posición determinada. Una de las opciones más interesantes fue desarrollada por un equipo de diseñadores dirigido por N. Aleksienko.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, muchos ingenieros comenzaron a ofrecer sus proyectos de equipos militares y armas de fuego capaces de aumentar la capacidad de combate del Ejército Rojo. Los empleados de la Siderurgia de Magnitogorsk no fueron una excepción. En la primera mitad de 1942 comenzaron a desarrollar su propio proyecto, denominado “Búnker ambulante”.
Sin embargo, pero los especialistas militares revisaron el proyecto, señalaron sus puntos débiles y no lo recomendaron para su posterior desarrollo, por no hablar de la puesta en marcha de la producción e implementación en el ejército. Naturalmente, los documentos pasaron al archivo.
La base del fortín ambulante era un casco-torre blindado con partes de proa y popa redondeadas y laterales verticales. Sus bajos requisitos de movilidad permitían utilizar el blindaje más potente, que daba una masa significativa. La proa y la popa debían tener un grosor de 200 mm (en 1942, ningún cañón alemán podía penetrar tal blindaje desde distancias reales de combate), los laterales de 120 mm cada uno, sin contar las unidades de propulsión externas. En el techo se preveían escotillas para acceder al interior.
En la placa frontal de la torreta se propuso colocar una instalación bajo un cañón de 76 mm de tipo no especificado.
En el lateral, se previó un montaje esférico para una ametralladora DT. Un motor de gasolina GAZ-202 del tanque T-60.
Utilizando una transmisión simple, el motor estaba conectado a un eje tomado prestado de un camión YAG-6 de cinco toneladas. Los ejes del puente estaban conectados a una transmisión excéntrica a través de la cual se movían las «zapatas» laterales.
Según explican en Topwar.ru la masa de la estructura hubiese alcanzado las 45 toneladas, y la limitada potencia del motor permitía obtener una velocidad de no más de 2 km/h. La maniobrabilidad también era extremadamente baja. Sin embargo, incluso tales características se consideraban suficientes para entrar en una posición o para desplazarse en distancias cortas.
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