ZIS-101A-Sport, el hermoso deportivo soviético que probó el mismísimo Stalin (Fotos)

ZIS-101A-Sport, el hermoso deportivo soviético que probó el mismísimo Stalin (Fotos)
Museo de la Compañía Minera y Metalúrgica de los Urales (CC BY-SA 4.0)
Se diseñó y produjo para celebrar el 20 aniversario de la organización política juvenil soviética Komsomol.

En 1938, como cuenta la web especializada Dar-Web.ru tres jóvenes (Vladímir Kremenetski, Nikolái Pulmanov y Anatoli Pujalin trabajaron en el taller experimental de la fábrica de Stalin. Este último acababa de terminar la facultad nocturna de la Universidad del Automóvil y la Construcción de Carreteras de Moscú y estaba escribiendo un trabajo titulado El Automóvil de alta velocidad. Fue por sugerencia suya que los miembros del Komsomol se inspiraron en la idea de crear un coche deportivo.

No fue necesario elegir el chasis - se decidió utilizar la última modificación del coche más moderno. El ZIS-101, fabricado en serie desde 1936. Pero este coche, era una enorme limusina: casi 6 m de largo y 2 m de ancho y pesaba 2,5 toneladas de limusina. Sólo un loco podría hacer un deportivo con ese coche. O un miembro del Komsomol.

ZIS-101A-Sport, el hermoso deportivo soviético que probó el mismísimo Stalin (Fotos) Stalin en 1936, junto a un Zis-101, coche que serviría de modelo para crear el 101-A-Sport.
Dominio público

Pujalin creado el diseño general, rediseñadas las suspensiones del ZIS-101, el nuevo vehículo recibió estabilizadores estabilidad transversal y frenos de refuerzo de vacío. El eje trasero con transmisión hipoide (por cierto, el primero en la URSS) fue diseñado por Kremenetski, y del motor se encargó Pulmanov. Este mejoró notablemente el motor del 101 aumentando las RPM, la relación de compresión y cambiando las fases de distribución del gas. El motor de 8 cilindros en línea con una cilindrada de 5.766 cc se amplió a 6.060 cc, recibió cabeza de bloque, pistones, bielas de aleación de aluminio, cigüeñal y árbol de levas modificados, colector de admisión y dos carburadores MKZ-L2 sin filtro de aire.

El propio Stalin, seguido de otros miembros del Politburó, no sólo lo inspeccionó, sino que aprobó el insólito pero hermoso coche.

El final del brillante futuro que parecía esperar al ‘Sport’ llegó con la invasión hitleriana de la URSS. De haberse aprobado su producción, poco horizonte habría tenido. El equipo de diseñadores se separó para cumplir sus respectivos deberes, con el fin de lograr la victoria, y las prioridades nacionales pasaron a ser otras.

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