Centrales geotérmicas en Rusia: cómo se utilizan los géiseres para la generación de electricidad
La electrificación del país fue una de las tareas globales de los bolcheviques tras la revolución de 1917. Los científicos "domesticaron" el agua y el viento en busca de nuevas fuentes de energía, sin las cuales el desarrollo industrial del estado sería imposible. Y ahora se ha encontrado otra fuente de energía alternativa en el Lejano Oriente.
Geotermia: un experimento soviético
La península de Kamchatka están situadas lejos del territorio continental ruso, en el extremo oriental del país, con una alta concentración de volcanes activos, géiseres y aguas termales. Ya se utilizaban para calentar los hogares, pero no fue hasta el siglo XX cuando el vapor pudo convertirse en electricidad para fines industriales.
La primera central geotérmica del mundo se construyó en la Toscana (Italia) en 1904; todavía alimenta el municipio de Larderello. Los científicos soviéticos comenzaron sus investigaciones en Kamchatka después de la Gran Guerra Patria (1941-1945).
El emplazamiento para la construcción de la primera central geotérmica se eligió en el extremo sur de la península, en el asentamiento de Pauzhetka, cerca de las aguas termales de Ozernovski. En 1966, se puso en marcha una planta piloto que sigue abasteciendo de energía a todo el asentamiento urbano de Ozernovski (donde viven unas 2.000 personas) junto con la industria pesquera. Su capacidad instalada en la actualidad es de 12 MW. Además de la electricidad y la calefacción, la planta también suministra agua caliente al asentamiento para el cultivo de hortalizas en invernaderos (lo que ayuda mucho en la horticultura, ya que la temperatura aquí ronda los 10°C incluso en verano).
Producción de residuos cero
En 1967, a 70 km de la capital de Kamchatka, Petropavlovsk-Kamchatsky, cerca de los pueblos de Paratunka y Termalni, la Unión Soviética puso en marcha la primera central geotérmica binaria del mundo. Se trata de una planta de circuito cerrado, en la que se utiliza agua termal para evaporar líquidos con un punto de ebullición bajo (esta planta en concreto suele utilizar freón, que hierve a 51,9 °C). Las turbinas, en cambio, giran utilizando el vapor producido. Por lo tanto, también es posible utilizar fuentes poco calientes para la energía geotérmica.
Los científicos creen que estas estaciones son el futuro del mundo, ya que hay pocas fuentes extremadamente calientes en el planeta, mientras que las aguas de temperatura media están por todas partes.
La Unión Soviética podría haber seguido desarrollando la energía de los géiseres, pero en la década de 1970, debido a la crisis política de Oriente Medio, los precios del petróleo se cuadruplicaron y no parecía conveniente seguir desarrollando la energía geotérmica. Precisamente en la URSS se exploraron grandes reservas de hidrocarburos que proporcionaron a los países europeos un rápido crecimiento económico y a la Unión Soviética una fuente fiable de ingresos.
El desarrollo de fuentes de energía alternativas no se retomó hasta finales de los años 80, cuando se publicó un decreto del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética sobre el desarrollo del Extremo Oriente. Sin embargo, unos años más tarde la URSS se derrumbó, y la industria de la energía geotérmica resurgió una década después.
¿Y qué pasa hoy en día?
En la actualidad hay cuatro plantas geotérmicas en funcionamiento en Rusia, tres de ellas en Kamchatka y una en las islas Kuriles. Además de Pauzhetskaia, a finales de los años 90 se pusieron en marcha las nuevas centrales Verjne-Mutnovskaia y Mutnovskaia en lugar de Paratunskaia, en el sur de la península, al pie del volcán Mutnovski, en el distrito de Yelizovski (donde viven más de 50.000 personas). Funcionan de forma sincronizada con las centrales de cogeneración locales, transmitiendo su energía a la red general de Kamchatka. Se construyeron teniendo en cuenta la situación sísmica y son capaces de soportar un terremoto de hasta 9 grados.
En 2002 se puso en marcha la central geotérmica de Mendeléievskaia, en la isla de Kunashir (la más meridional de las Kuriles). Su capacidad es de sólo 7,4 MW, pero suministra electricidad y calefacción a las casas y empresas pesqueras del asentamiento de Yuzhno-Kurilsk, donde viven 7 mil personas.
En estas regiones también hay asentamientos que se calientan completamente sólo con aguas termales: Esso, Termalni, Paratunka. Estos son los balnearios más populares hoy en día.
El agua termal es un recurso renovable y prácticamente inagotable; las centrales eléctricas no consumen mucha agua y no contaminan la atmósfera. Sin embargo, tienen una importante desventaja: su eficiencia es baja, alrededor del 10% (una central térmica convencional tiene alrededor del 40%, una central hidroeléctrica más del 90%). Y aunque su cuota en el sector energético total de Rusia es inferior al 1%, en Kamchatka se han convertido en indispensables, ya que allí otras fuentes de energía son de difícil y caro acceso. La generación de energía en las plantas geotérmicas de aquí es dos o tres veces más barata que en las plantas locales de cogeneración, precisamente porque funcionan con combustible importado.
Otra región prometedora para la energía geotérmica es el norte del Cáucaso, donde algunos pueblos se calientan con aguas termales y se discute la construcción de centrales geotérmicas.
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