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La historia de Mijaíl Koshkin: creador del mejor tanque soviético de la Segunda Guerra Mundial

Puerta a Rusia (Foto: Dominio público)
El diseñador no pudo ver lo eficaz y potente que era la máquina de combate que creó. Su vida se truncó prematuramente nueve meses antes de la invasión de la Wehrmacht a la URSS.

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‘De baja estatura, pero con una enorme fuerza interior, este hombre excepcional ardía en su trabajo y conducía a otros hacia la meta’, así describían sus contemporáneos al creador del legendario tanque medio T-34.

De los caramelos a los tanques

Koshkin (derecha) en Crimea.
Dominio público

Desde niño, Koshkin soñaba con… fabricar dulces. A los 11 años se convirtió en aprendiz en un taller de caramelos, y a los 26 ya dirigía una fábrica de confitería en Viatka.

Sin embargo, el Estado necesitaba especialistas técnicos, y Koshkin fue enviado a una recalificación estudiantil. En 1934 se graduó con honores en el Instituto Politécnico de Leningrado como ingeniero de diseño, y en solo unos años en la Fábrica Kírov de Leningrado pasó de ser un simple especialista a subdirector de diseño.

En 1936, “por su excelente labor en el campo de la ingeniería mecánica”, fue condecorado con la Orden de la Estrella Roja. Ese mismo año ocurrió otro acontecimiento clave: asumió la dirección de la oficina de diseño de tanques de la fábrica de Járkov. Precisamente allí se crearía el T-34.

El nacimiento del T-34

De derecha a izquierda: tanques A-8 (BT-7M), A-20 y T-34.
Dominio público

Koshkin llevó a cabo con éxito la modernización del tanque de ruedas y orugas BT-7, tras lo cual recibió la tarea de desarrollar un nuevo tanque del mismo tipo.

Sin embargo, comprendía que el tiempo de los tanques de ruedas y orugas había pasado sin remedio. Aunque rápidos, no resistían el fuego de la artillería moderna. El refuerzo del blindaje aumentaba el peso de la máquina, lo que afectaba negativamente a su tren de rodaje.

El diseñador se propuso crear un tanque de orugas rápido, maniobrable y potente. Se dirigió a Moscú y obtuvo de Stalin el permiso para trabajar en dos tipos de tanques al mismo tiempo.

A mediados de 1939, el A-20 de ruedas y orugas y el A-32 de orugas fueron sometidos a pruebas conjuntas. El A-20 resultó inferior en maniobrabilidad y capacidad de paso, y además no podía reforzarse en el futuro con más blindaje y armamento. El 19 de diciembre, el A-32 fue adoptado bajo el índice T-34.

Éxito interrumpido

En marzo de 1940, la dirección ordenó llevar dos prototipos a Moscú para su inspección. Koshkin decidió conducirlos por sus propios medios, y él mismo pilotó uno de los tanques.

El trayecto de Járkov a la capital y de regreso, en condiciones difíciles de caminos y frío, minó la salud del diseñador. Cayó enfermo de neumonía y falleció el 26 de septiembre de 1940 a los 41 años.

En la guerra contra la Alemania nazi, que comenzó nueve meses después, el T-34 se mostró de la mejor manera, convirtiéndose en una desagradable sorpresa para los alemanes. Por su desarrollo, Koshkin recibió póstumamente en 1942 el Premio Stalin de primera clase.