La dinastía Romanov comenzó con un tierno adolescente al que le gustaban las florecillas
El fundador de la dinastía Romanov es poco conocido no sólo en el extranjero, sino también en Rusia. El ruso medio probablemente quedaría desconcertado si le preguntaste sobre el zar Mijaíl I. No enseñan mucho sobre él en la escuela.
Aquellos que estén interesados en la historia podrían señalar el hecho de que su nombre está relacionado con el final del llamado “Época de las Revueltas” en Rusia. De hecho, la ascensión de Mijaíl al trono en 1613 puso fin a una agitación que había durado más de una década, y que llevó a un carrusel de zares e sentarse en el trono el Kremlin, intervenciones extranjeras y a la guerra civil entre las facciones en pugna.
Conexiones con Iván el Terrible
A primera vista, Mijaíl parecía un candidato extraño para el trono. Era muy joven, sólo tenía 16 años, y también era poco conocido incluso en ese momento, aunque los Romanov eran una vieja familia de boyardos de Moscú. La primera figura representativa de esta familia fue Andréi Kobila en la primera mitad del siglo XIV.
Los Romanov estaban relacionados sin embargo con la dinastía Rúrik que gobernó Rusia desde la Edad Media, y la hermana del abuelo de Mijaíl, Anastasia, fue la primera y más querida esposa de Iván el Terrible. Todo esto sirvió para fortalecer la posición de Mijaíl.
Un zar democráticamente elegido
Mijaíl fue elegido por el Zemski Sobor (Asamblea de la Tierra), un prototipo de parlamento moderno. Incluso los representantes de entre los campesinos participaron en la elección de Mijaíl, algo notable para cualquier época. El Zemski Sobor se convocó casi anualmente durante el reinado del zar electo en una época en la que el absolutismo dominaba los países occidentales. Un amplio apoyo de la sociedad era necesario para la nueva dinastía porque el país había sido devastado por múltiples guerras y disturbios civiles.
Al final, fue precisamente la juventud de Mijaíl y la relativa oscuridad sobre su figura lo que le ayudó a ser elegido. Era visto como un gobernante débil, lo cual era interesante para las poderosas familias de los boyardos. “Elegiremos a Mijaíl. Es joven y tiene una mente inmadura”, dijo un noble durante las elecciones.
Un gobierno amable
El joven zar fue capaz de mantener la armonía social y el consenso a lo largo de su reinado, que duró tres décadas. Sus cualidades personales ayudaron a fomentar este éxito, y se le recuerda como una persona delicada y amable. Según el historiador Serguéi Soloviov, tales rasgos ayudaron, por raro que parezca, a fortalecer la autoridad del zar ante la nación.
Sin embargo, durante la mayor parte de su reinado Mijaíl no fue el único gobernante. Al ascender al trono su madre, Marfa, era regente. Luego, su padre, Filaret, se convirtió en co-gobernante después de regresar del cautiverio polaco. Él era el Patriarca, pero en los documentos también se le cita como “Gran Soberano”.
Búsqueda incómoda de una esposa
La influencia de su madre era tan grande que Mijaíl no pudo escoger fácilmente a su esposa, cuando en tres años después de su coronación se llevó a cabo un desfile de candidatas novia en el Kremlin.
Mientras que la madre de Mijaíl tenía a su favorita, el zar se atrevió a elegir a otra, a la hija de un boyardo, María Jlópova. Tres días después, sin embargo, muy convenientemente la joven cayó enferma, y los médicos de la corte rápidamente concluyeron que no podía dar a luz a los niños. Por lo tanto, fue exiliada, aunque más tarde se descubrió que estaba sana.
Unos años más tarde, Mijaíl organizó otra audiencia de pretendientes a esposa y chocó de nuevo con su madre cuando eligió a una joven de una modesta familia noble. Al final, el joven zar eventualmente mostró su temple y se mantuvo firme contra la voluntad de su madre. Tuvo un matrimonio feliz que duró muchos años.
Pistolas y rosas
Dicen que Mijaíl era muy aficionado a las flores, e importó algunas al país. Bajo el gobierno de Mijaíl, los rosales aparecieron por primera vez en Rusia.
Sin embargo, el zar no sólo trajo flores del Oeste. También invitó a los extranjeros a establecer industrias. Uno de ellos, Andries Winius, de Holanda, organizó la producción de hierro y cañones cerca de Tula. Desde entonces, Tula ha sido uno de los principales centros de producción de armas en Rusia.
Algunos historiadores afirman que, al importar tecnologías occidentales, Mijaíl inició la europeización de Rusia, que cobró impulso durante el reinado de su nieto, Pedro el Grande.
El mayor logro de Mijaíl, sin embargo, fue el restablecimiento del orden y la consolidación del país, que había sido desgarrado por los muchos conflictos de la “Época de las Revueltas”.
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