Todo lo que querías saber sobre el Teatro Bolshói de Moscú
Su historia comenzó en 1776, cuando Catalina II transfirió el privilegio de organizar representaciones teatrales al fiscal provincial Piotr Urúsov. El teatro se construyó en su ubicación actual en 1780, recibió el nombre de Teatro Petrovski por su ubicación en el homónimo callejón y se convirtió en el primer teatro público de Moscú.
En 1805 el edificio se destruyó en un incendio. Y sólo en 1816 se decidió reconstruirlo de nuevo. El jefe del proyecto fue Ósip Bové, que se dedicó a la reconstrucción de Moscú tras el incendio de 1812. Cumplió el deseo inicial de Catalina II, el de construir un teatro "con tal decoración exterior que sirviera de adorno a la ciudad". El edificio era mucho más grande que la construcción anterior y recibió merecidamente el nombre de Teatro Bolshói Petrovski.
En 1853 el teatro se destruyó en un incendio. Otra vez. El fuego lo destrozó casi por completo: sólo quedaron las columnas del pórtico. Alberto Kavos, arquitecto jefe de los Teatros Imperiales, fue encargado de su reconstrucción. Dio al edificio un aspecto moderno y decoró la sala "en estilo del Renacimiento mezclado con estilo bizantino". Sobre el pórtico del teatro reinaba la cuadriga de bronce de Apolo, el artista Alexéi Titov pintó el plafón del auditorio basándose on la historia de Apolo y las Musas. A la gran inauguración, el 20 de mayo de 1856, asistió el zar Alejandro II.
La vida del teatro está ligada a los nombres más famosos de la música y el ballet. La primera maestra de ballet de Rusia, Felizata Gulen-Sor, trabajó aquí, Marius Petipa сreó el ballet Don Quijote especialmente para el Bolshói, y Piotr Chaikovski se convirtió en el principal compositor del teatro durante muchos años. En Moscú tuvieron lugar los estrenos del ballet El lago de los cisnes, la primera ópera del maestro, Voevoda, y Eugenio Oneguin. Aquí debutó, por primera vez en un teatro de repertorio, el bajo Fiódor Chaliapin, y la parte musical fue dirigida por el compositor Serguéi Rajmáninov a principios del siglo XX.
Tras la Revolución, el teatro perdió el prefijo "imperial": querían cerrarlo como una reliquia del "pasado burgués". Pero se olvidaron pronto de esta idea, y el Bolshoi se convirtió en el principal teatro no sólo de la capital, sino de todo el país. Por cierto, en 1922 se anunció aquí la creación de la URSS.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el teatro fue evacuado a Samara pero seguía funcionando allí. En Samara tuvo lugar la primera representación de la Sinfonía nº 7 Leningrado de Dmitri Shostakóvich interpretada por la Orquesta del Bolshói en la casa de cultura local.
En los años soviéticos, las estrellas del teatro fueron Galina Ulánova, Maia Plisétskaia, Mstislav Rostropóvich y Galina Vishnévskaia, Elena Obraztsova, Zurab Sotkilava, Ekaterina Maxímova y Vladímir Vasíliev. En 1956, el Teatro Bolshói se fue de gira a Londres: El lago de los cisnes tuvo tanto éxito que la compañía pasó a llamarse "Bolshói ballet" (Gran ballet o ballet Bolshói, en español). Durante más de treinta años, la compañía de ballet estuvo dirigida por Yuri Grigoróvich: las producciones más famosas del principal teatro del país, desde El Cascanueces y Espartaco hasta Iván el Terrible, son obras suyas.
El nuevo siglo ha traído muchos cambios al teatro: en los "noventa" se sometió a una reconstrucción global y aparecieron nuevas estrellas en su compañía: Dinara Alíeva, Ígor Tsvirkó, Svetlana Zajárova, Ekaterina Krisánova, Denís Rodkin y Yelizaveta Kókoreva. El Bolshói sigue siendo uno de los principales puntos de atracción de Moscú y figura en la lista de visitas obligadas.