5 razones para ver la serie rusa ‘Better Than Us’ en Netflix
1. Uno de los temas principales de la serie es el problema de la inteligencia artificial. Con el paso de los años, no ha hecho más que cobrar relevancia
Según la trama, en un futuro no muy lejano los androides entran con fuerza en los hogares y liberan por completo a la humanidad de pequeñas tareas. Muchos robots imitan incluso tolerablemente la apariencia y las emociones humanas, y una nueva generación de productos está a punto de entrar en la producción en masa. Parecen casi reales. Estos androides no sólo son capaces de leer las emociones y reaccionar rápidamente ante ellas, sino también de tomar decisiones por sí mismos.
Naturalmente, muchos no están contentos con la expansión de los robots. Hay un movimiento creciente de nuevos luditas -los llamados "liquidadores"- que exterminan físicamente a los robots, aunque en realidad sean inofensivos. Las famosas leyes de la robótica de Isaac Asimov están cosidas al programa de los androides: en principio, no pueden dañar a un ser vivo. Sin embargo, la escala de las acciones de los liquidadores crece, y durante una de ellas incluso matan a un hombre.
Pero un día pueden encontrarse con un digno rechazo. Una androide defectuosa -de apariencia engañosamente frágil (la actriz Paulina Andréieva)- aparece ilegalmente en Moscú. Arisa es única en su especie: no sólo posee una apariencia de voluntad, sino que se cree con derecho a matar a la gente.
2. Protagonizada por las estrellas de otra serie de éxito internacional, Epidemia, que también arrasó en los índices de audiencia de Netflix por delante de Rick y Morty
En Epidemia (2020), Kirill Kiaro interpretaba al padrastro de un chico con trastorno del espectro autista (este papel lo interpretaba Eldar Kalimulin). Sus personajes tuvieron que encontrar un lenguaje común en una situación muy extrema: el mundo sufrió una pandemia de origen desconocido que, en cuestión de días, puso a la civilización al borde de la supervivencia. En Better than us no hay epidemias, Kiaro interpreta a un padre nativo, pero en general la puesta en escena psicológica es la misma.
Tras divorciarse de su mujer, el patólogo Safrónov (Kiaro) apenas ve a sus hijos: un hijo adolescente (Kalimulin) y una hija (Vita Kornienko). Un día se le presenta la oportunidad de arreglar las cosas: durante un tiempo quedan enteramente a su cargo. A la intriga de la situación se añade el hecho de que, debido a las circunstancias, en su casa se instala el bot Arisa. La androide-asesina está encasillada en el papel de sirvienta, y en realidad se hace pasar por la madre de la familia. Por supuesto, ninguno de los protagonistas tiene idea de lo que Arisa es capaz de hacer.
3. La acción se desarrolla no sólo en un futuro no muy lejano, sino en una realidad alternativa
Como admitieron los creadores, han luchado durante mucho tiempo para idear realidades interesantes del mundo de la fantasía, al mismo tiempo originales, visualmente interesantes y baratas en términos de costes. Y al final dieron con una solución elegante. El Moscú que vemos en la pantalla es muy parecido al moderno: los modelos de coches, por ejemplo, son casi iguales, hay muchos drones, los pasos elevados recuerdan a Tokio. Sólo algunos detalles parecen futuristas: los semáforos se han convertido en hologramas, ahora no hay pulseras "inteligentes" -las notificaciones aparecen directamente sobre la piel, en lugar del habitual papel-, láminas transparentes, etc.
La principal innovación tecnológica son, por supuesto, los androides. Su nivel supera en varios órdenes de magnitud los avances en todos los demás ámbitos. El director Andréi Junkovski explicó este "desequilibrio" en una entrevista de la siguiente manera: en la pantalla vemos más bien una realidad paralela que podría existir si el progreso hubiera tomado otro camino: "Por ejemplo, qué habría pasado si se hubiera invertido más dinero y pensamiento científico en robots en los años 50".
4. Los androides humanoides tienen un aspecto inusual: parecen muñecas
Entre las referencias de los artistas estaban las viejas muñecas soviéticas con ojos grandes. Para realzar la antinaturalidad del aspecto de los androides, se tiñó a los actores de color de piel, se les colocaron pelucas obviamente artificiales, así como lentes de colores hechas a medida. Los ojos de los robots brillan literalmente en el marco - brillo adicional que les dieron ya gráficos, porque las lentes luminosas (y tales ya existen) podría dañar la visión.
En los robots de las últimas generaciones se ha encontrado una plasticidad no evidente, distinta de la que estamos acostumbrados a ver en las películas de ciencia ficción. Se mueven con fluidez, pero no de forma humana. Como explicó el coreógrafo Maxim Yurov, se inspiró en bailarines de breakdance superior e inferior para desarrollar los movimientos.
5. Better Than Us sentó un precedente único en la industria rusa. En 2019, fue adquirida por Netflix para su prestigiosa línea Originals, una primicia entre los proyectos procedentes de Rusia
Ya después de la serie de Junkovski, siguieron otros acuerdos emblemáticos. La estantería de Netflix Orignals también incluía la serie Epidemia, las películas Patines de plata, Ígor Grom contra el Doctor Peste y la película de animación Hansel, Gretel y la Agencia de la Magia.
Por supuesto, además del alto nivel artístico y la excelente producción, influyó el hecho de que Better Than Us cuenta una historia universal que podría suceder en cualquier lugar. Además, la serie trabaja con un tema de actualidad, pero ofrece un vector no evidente de desarrollo de la historia, diferente de lo que el espectador ha visto en otras series de ciencia ficción, como la angloamericana Humans o la sueca Real Humans.
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