Incendios en Rusia
La ola de calor, que llegó a superar los 37,7 grados, una temperatura inédita en los 130 años de registros, desencadenó más de 26.000 incendios. El fuego llegó a los alrededores de Moscú, donde se incendiaron los yacimientos de turba, provocando la densa nube de humo que envolvió la capital del país. Los incendios han destruido dos millones de hectáreas de tierras y bosques, incluyendo un tercio de los cultivos de trigo del país. Miles de personas se han quedado sin techo y algunos agricultores, que hasta hace poco se encontraban entre los empresarios más prósperos de Rusia, están al borde de la quiebra. Los analistas de algunos bancos y compañías financieras intentaron calcular la cuantía de los daños que había sufrido la economía rusa como consecuencia del calor anómalo prolongado y de los incendios. El Kremlin ha extendido la prohibición de exportar cereales, como mínimo hasta septiembre de 2011, ante la caída de las cosechas provocada por la ola de incendios y la grave sequía del pasado verano.