6 fuentes termales en pleno permafrost ruso (FOTOS)

Spiridon Sleptsov/Dreamstime.com
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Sorprendentemente, dos tercios del territorio ruso están cubiertos de permafrost, donde el suelo permanece congelado a profundidades de decenas, e incluso cientos, de metros. Aun así, en estas duras condiciones naturales surgen algunos de los fenómenos más llamativos del país: las aguas termales.

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1. Aguas termales de Lorino, Chukotka

Anna Sorókina
Anna Sorókina

En la península de Chukotka se han descubierto varias fuentes termales, pero la más famosa y accesible está situada a 15 km del pueblo de Lorino, el mayor del este de Chukotka, con unos 1.500 habitantes. El agua se calienta de forma natural hasta +40°C y, en algunos puntos, alcanza los +60°C. A mediados del siglo XX se detectó la presencia de radón en los manantiales, conocido por sus potentes propiedades terapéuticas, y desde entonces se han acondicionado zonas de baño. No se recomienda permanecer en el agua más de 15 minutos.

2. Manantiales de Seniavin, Chukotka

Park Beringia
Park Beringia

Estos potentes manantiales termales, también ricos en radón, se encuentran en la zona del estrecho de Seniavin, al sureste de Chukotka. Fueron descritos detalladamente por primera vez en las décadas de 1960 y 1970 durante estudios geológicos. En la zona se han identificado más de 150 manantiales con temperaturas que van de los +20ºC a los +80°C. Para los visitantes existe una piscina especialmente acondicionada.

3. Oimiakón, Yakutia

Spiridon Sleptsov/Dreamstime.com
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Oimiiakón es conocido como el legendario “Polo del Frío” de Rusia, donde se registró la temperatura de –67,7°C. Sin embargo, incluso allí existen manantiales termales cerca del río Indiguirka. Ni siquiera a –60°C llegan a congelarse, y sobre el agua se eleva de forma constante un vapor espeso. Bañarse en ellos es una actividad popular entre los viajeros. El nombre “Oimiakón” se traduce como “la tierra de los arroyos que no se congelan”.

4. Najot, Yakutia

Andrei Berezovskii / Getty Images
Andrei Berezovskii / Getty Images

En el sur de Yakutia, a 30 km de la ciudad de Neriungri, se descubrieron durante la época soviética aguas termales minerales. El yacimiento se divide en Najot “Pequeño” (“Achchigi”) y Najot “Grande” (“Ulajan”), afluentes del río Gorbilaj. Junto al manantial geotérmico se encuentra el popular balneario “Najot”, donde incluso en invierno es posible darse un baño al aire libre en una piscina alimentada por agua caliente de un pozo artesiano. La temperatura del agua nunca desciende de los +32 °C.

5. Pim-Va-Shor, en la frontera de Komi y el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia

Mazchenko D.V. / cpoos-nao.ru
Mazchenko D.V. / cpoos-nao.ru

La zona termal de Pim-Va-Shor se encuentra no solo en pleno permafrost, sino también más allá del círculo polar ártico, por encima del paralelo 67º norte. Su nombre, que en idioma komi significa “agua caliente”, describe a la perfección el lugar. Las temperaturas de sus ocho manantiales se mantienen constantes durante todo el año, entre +20,3°C y +28,5°C, pese a los vientos árticos y la nieve.

6. Manantial Talski, región de Magadán

magoblduma.ru
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Talaia es un conocido balneario del Lejano Oriente ruso. Según una leyenda del pueblo evenki, sus aguas poseían poderes curativos para quienes las bebían.Desde mediados del siglo XIX, el agua de Talaya era conocida por sus propiedades curativas y se comercializaba activamente. En 1940 se inauguró un sanatorio en el asentamiento de Talaia, al que acudían habitantes de la región en busca de tratamiento. Las aguas del manantial destacan por sus efectos beneficiosos en problemas musculoesqueléticos y una amplia variedad de dolencias.