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Seis mariscales soviéticos que fueron despojados de su rango

Foto de archivo, Oleg Ignátovich/Sputnik, Ministerio de Defensa de Rusia
Algunos fueron víctimas del ‘Gran Terror’, otros enfurecieron a las autoridades con sus graves errores en el campo de batalla, y otros perdieron su alto rango en el curso de luchas políticas por el poder.

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1. Mijaíl Tujachevski

Sputnik

“El Napoleón rojo”, “el Bonaparte soviético” y “un gigante del pensamiento militar”: así llamaban a Mijaíl Tujachevski, una de las figuras más destacadas del mando militar soviético de la década de 1930.

Como primer viceministro de Defensa, hizo mucho por el desarrollo de las tropas aerotransportadas, la tecnología de cohetes y la aviación torpedera. Al mismo tiempo, fue criticado por proyectos completamente alejados de la realidad, como la producción anual de cien mil tanques.

Ambicioso y orgulloso, Tujachevski se ganó numerosos enemigos, entre ellos el comisario de Defensa Kliment Voroshílov. En mayo de 1937, en pleno “Gran Terror”, fue arrestado acusado de preparar una conspiración “fascista”, despojado de su rango y ejecutado poco después.

El comandante fue rehabilitado y restituido en su rango en 1957.

2. Alexánder Egórov

Foto de archivo

El jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo, Alexánder Egórov, compartía la opinión de Tujachevski de que el futuro pertenecía a los tanques. En gran medida, gracias a él surgió la industria de blindados en la URSS.

Stalin lo describió como “un destacado comandante de la Guerra Civil”, pero durante las purgas masivas cambió radicalmente de opinión. A juicio del líder soviético, de todos los mariscales, Egórov era el menos digno del título.

En 1938, fue acusado de desorganizar el trabajo del Estado Mayor, de espionaje, de participar en la conspiración de Tujachevski y de intentar crear su propio grupo antipartido. El 23 de febrero de 1939, despojado de su rango y condecoraciones, fue ejecutado.

Egórov fue rehabilitado y restituido en su rango en 1956.

3. Vasili Blücher

Oleg Ignátovich / Sputnik

Vasili Blücher formaba parte del tribunal especial que había condenado a Tujachevski. Poco después, él mismo cayó víctima del sistema.

El mariscal fue arrestado el 22 de octubre de 1938 mientras descansaba en la dacha de Voroshílov. Fue acusado de participar en una “organización antisoviética de derechistas” y en una “conspiración militar”, además de sabotaje, embriaguez en el trabajo y “degradación moral”.

Blücher murió bajo custodia el 9 de noviembre de 1938. Al año siguiente, fue condenado póstumamente por “espionaje a favor de Japón” y “participación en una organización antisoviética de derechistas y en una conspiración militar”, y privado de su rango.

Fue rehabilitado y restituido en 1956.

4. Grigori Kulik

Ministerio de Defensa de Rusia

Fue el único mariscal soviético degradado durante la Segunda Guerra Mundial. En septiembre de 1941 fracasó en su intento de romper el bloqueo de Leningrado, y en noviembre perdió Rostov del Don y Kerch, adonde había sido enviado como representante del Cuartel General Supremo.

La sucesión de fracasos colmó la paciencia de Stalin, quien lo calificó de cobarde y derrotista. El 19 de febrero de 1942 fue despojado de su rango de mariscal.

Durante el resto de la guerra, el general de división Kulik no tuvo un papel destacado. Tras el conflicto, fue nombrado vicecomandante del Distrito Militar del Volga. Ofendido, comenzó a criticar abiertamente a la dirección del país y del ejército, lo que acabó por costarle la vida. En 1947 fue arrestado acusado de organizar un “grupo conspirativo” y tres años más tarde fue fusilado.

Fue restituido en su rango de mariscal en 1957.

5. Lavrenti Beria

TASS

El título de mariscal se le otorgó el 9 de julio de 1945, cuando los rangos especiales de seguridad del Estado fueron reemplazados por rangos militares. “No es un mariscal de verdad, es de despacho, pero mariscal al fin”, decía Stalin de él.

En 1953, en el marco de la lucha por el poder tras la muerte de Stalin, Beria fue arrestado como “organizador de un grupo conspirativo traidor y antisoviético” y ejecutado. Fue despojado de sus condecoraciones y de su rango de mariscal.

Debido a su participación en las represiones políticas, nunca fue rehabilitado.

6. Nikolái Bulganin

Grigori Vail / Sputnik

Aunque Bulganin se destacó sobre todo en la administración civil, en 1947 fue nombrado ministro de las Fuerzas Armadas. Ese mismo año debía presidir el desfile en honor al aniversario de la Revolución de Octubre, en el que las tropas estarían bajo el mando del mariscal Kirill Meretskov.

Como Bulganin tenía entonces el rango de general del ejército, se presentó una situación delicada. Por ello, se le concedió apresuradamente el rango de mariscal.

En 1958, tras perder la lucha interna contra Jrushchov, Bulganin fue destituido y despojado de su alto rango. Sin embargo, tuvo más suerte que los demás: simplemente se retiró.