Este vídeo te traslada a un combate real del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial
Un vídeo digitalizado y restaurado de los combates de soldados rusos en Polonia ha aparecido en redes sociales. Los hechos tuvieron lugar en febrero de 1945.
El vídeo ha despertado un gran interés entre los internautas que admiran el trabajo de los camarógrafos de primera línea. Los corresponsales de guerra estuvieron al frente de los grupos de asalto del Ejército Rojo. Gracias a ello, es posible entender las tácticas de la infantería en las batallas urbanas.
Los hombres del Ejército Rojo, vestidos sólo con monos y abrigos -sin corazas ni cascos de seguridad (evidentemente quitados para facilitar el movimiento)-, hacen recorridos cortos en las “zonas muertas” de los bloques de pisos. Están cubiertos por el fuego de cañones de 76 mm y obuses de 122 mm, mientras que las ametralladoras DShK disparan sobre los pisos superiores de los edificios. Otras cuadrillas de ametralladores, después de haber arrastrado a las ametralladoras Maksim hasta los pisos más altos, lanzan una lluvia de plomo sobre sus objetivos: ventanas y aberturas de las casas donde pueden estar escondidos los francotiradores alemanes.
El noticiero termina con tomas de la infantería alemana rindiéndose. Los uniformes andrajosos y los rostros agotados sugieren que los alemanes no habían abandonado la batalla durante mucho tiempo antes de ser capturados como prisioneros.
Los aficionados a la historia han descubierto que el vídeo se grabó durante las batallas por la ciudad polaca de Poznan del 26 de enero al 23 de febrero de 1945.
Durante el asalto a la ciudad-fortaleza, las unidades del 8º Ejército de Guardias del general Chuikov tuvieron que acabar con la resistencia enemiga en 18 fuertes de piedra, que sólo podían ser penetrados por “la maza de Stalin”: los obuses M1931 de 203 mm y 280 mm.
4.887 soldados y oficiales soviéticos y polacos pagaron con sus vidas por la toma de la fortaleza. La guarnición alemana de Poznan fue destruida: 17.000 soldados dirigidos por el general de división Ernst Mattern fueron hechos prisioneros. Murieron unos 15.000 soldados alemanes. El comandante de la guarnición, el general de división Ernst Honell, se pegó un tiro al verse derrotado.
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